Spanish Vlog: Nicosia, the city divided by two countries and cultures✨
Transcription of this vlog talking like a native while I visit the most unique city in Europe, Nicosia ✨
Transcription Spanish
Hola amigos, estamos en Nicosia, la capital de Chipre. Siempre tenemos suerte en los viajes de encontrarnos con diferentes eventos, como este festival o celebración asiática. También está el mercado de Navidad con diferentes atracciones para los niños y… no tan niños.
Estamos en Nicosia ya y, bueno, fue una odisea venir en el autobús. Nosotros estábamos en la siguiente parada, no en la parada inicial. Pasó el autobús, hicimos una seña para que parara y no lo hizo. Cuando lo vimos, estaba completamente lleno. Perdimos ese autobús y tuvimos que ir a la parada inicial y esperar allí veinte minutos… ¡no! ¡Más! Veinticinco minutos por el siguiente autobús.
Había muchísima gente que venía a Nicosia, así que fue una odisea entrar. Todos intentaban colarse. Creo que todos saben que ese autobús siempre va lleno. De hecho, se ha quedado gente sin poder entrar. Nosotros, gracias a Dios, fuimos capaces de subir, pero mucha gente se quedó en tierra porque estaba lleno. Pero bueno, estamos en Nicosia finalmente.
Es súper interesante Nicosia. Creo que es la ciudad a la que más ganas teníamos de venir. La parte norte es de Turquía, es la República de Turquía, pero ahora estamos en la zona sur. Después vamos a ir a la zona norte, donde tenemos que pasar como una frontera donde revisarán nuestro pasaporte o DNI y cruzaremos a la parte turca.
En la parte sur, donde estamos ahora, se pueden ver muchos comercios y locales con información en árabe. Incluso aquí, en la parte griega, tienen esa influencia. También se puede ver mucha más gente por la calle en la zona sur que en otras partes de Chipre. Hay gente turca, gente con otros rasgos… Es súper interesante, la verdad.
Hemos notado que en la zona sur se puede ver la bandera de Chipre todo el tiempo, pero también, cada… no quiero exagerar… cada quince minutos andando hay una bandera de Grecia. Cada cinco o diez minutos hay otra bandera de Grecia.
Las Murallas Venecianas fueron reconstruidas por la República de Venecia en el siglo XVI. Este es el Monumento a la Libertad, y tenía que explicarlo porque nos dejó sin palabras. Se puede ver en la parte de arriba la personificación de la libertad en una mujer y dos combatientes abriendo las puertas de la prisión a grecochipriotas que estuvieron encerrados por los gobernantes británicos hasta 1973. Porque sí, Chipre fue una colonia británica.
Estamos justo en la parte que es la frontera, donde hay un montón de barriles de plástico que dividen la ciudad. También hay alambres con pinchos para que no puedas pasar.
Estaba grabando las banderas de Chipre y Grecia y, sin darme cuenta, pasé por una zona donde había un militar con una metralleta. Me dijo “no fotos” y yo, con muchísimo miedo, pregunté “¿cómo?”. Me repitió “no fotos” y yo, asustada, le dije “perdón, perdón, solo quería grabar las banderas”. Me respondió: “puedes sacar en otro lado, pero aquí no”. «No puedes hacer videos y fotos».
Pero es súper extraño porque justo aquí, que es Chipre, esa parte de ahí, ese edificio, es Turquía. Pero es como que cuando caminas por aquí, por esta zona que es justo la frontera, notas una vibración súper rara. Notas como en el aire una tensión, no sé…
– ¿Tú lo notas también? ¿Se nota una tensión o no?
– Notas como una tensión en el aire.
– Yo no sé si somos nosotros ya, a lo mejor… es más como un grave… sí, no sé… no lo sé.
Aquí en la frontera, si vas a la zona que puedes cruzar y pasar, enseñar tu pasaporte y cruzar, ahí es diferente. Pero aquí el ambiente es súper raro. Podemos escuchar la llamada para rezar. Estos edificios son turcos y están abandonados. Esta es la frontera.
La triste realidad de la situación.
* Paso en la frontera donde revisan el pasaporte. República Turca del Norte de Chipre. Matrículas diferentes. Los seguros de la parte grecochipriota no cubren aquí. Tienen información también en griego. Banderas de Turquía y de la República Turca del Norte de Chipre. Moneda diferente. Se parece al lugar del Monumento a la Libertad. Eran iglesias ortodoxas y las convirtieron en mezquitas. En las calles alejadas de la frontera se ve más pobreza.*
Bueno, estamos en la parte turca. Como podéis ver, los bares están casi vacíos, hay muchísimo silencio, las calles están vacías. Es súper extraño, o sea… una sensación, una vibración súper rara. El ambiente, no sé, es súper raro.
Nada, pasamos la frontera. Pasar la frontera fue muy fácil, de hecho, no te sellan ni nada el pasaporte, no hace falta. Tan pronto cruzas, ya te llega el mensaje de la compañía de teléfonos diciendo que estás fuera de la Unión Europea y el coste que tiene hacer llamadas, enviar mensajes, los datos y demás. Entonces, bueno, es súper extraño, porque en nada, en tres minutos que caminas, ya estás en otro país.
La sensación aquí es que la zona del centro está súper bien, porque está limpia, está bien. Pero cuando te alejas del centro, nada, cuatro calles, es como más pobre. Es como más… no sé… no escuchas nada, no ves a nadie, completamente silencio.
Conocimos, bueno… vino a hablarnos un señor que tiene aquí un bar y nos preguntó si queríamos comer. Le dijimos algo como «ah, no, no, gracias». Nos habló y nos dijo que era de Turquía, de Estambul, y que llevaba diez años viviendo aquí, pero que se iba a volver a Estambul porque hacer negocio aquí era súper complicado. Que no hay mucha gente y es súper complicado mantener el negocio.
Entonces… sí, nos han gustado, pero las vibraciones son totalmente diferentes. Sí que la arquitectura es muy similar, obviamente. Pero sí que notas una vibración diferente.
También nos dijo el chico de la frontera que nos preguntó de dónde éramos. Cuando André dijo que era de Reino Unido, pues ninguna reacción: «Ah, ok, disfruta«. Pero cuando yo dije que era de España, reaccionó como «¡Alá, España! ¡Oh, guau!».
André le preguntó por qué esa reacción, por qué siempre esa reacción, y dijo que británicos hay muchísimos, vienen muchísimos, pero españoles no hay tantos. Entonces, por eso esa reacción.
He parado de grabar porque ponen la música súper alta cuando pasan los coches. Tienen la música súper alta, al contrario de que hablan súper bajo. Comparado con la zona griega, aquí hablan súper bajito.
Bueno, el chico que nos ofreció delicias turcas dijo que no vienen muchos españoles, entonces por eso esa reacción, porque no hay muchísimos españoles. Entonces, probablemente la gente que me mira, o los hombres que me miran, es por eso. Yo no tengo apariencia británica ni turca, entonces dirán: «¿Esta qué hace aquí?». Y además, en pleno noviembre, que en noviembre no hay tantos turistas.
En general, en Chipre hay muchos gatos, tanto en la parte griega como en la parte turca. Pero en la parte turca hay muchos más, o sea, vimos muchísimos más, muchísimos gatitos bebés. Pero bueno, las dos zonas.
Estamos en la frontera ahora y puedes ver mucha diferencia en la zona con la frontera, porque es mucho más desarrollado, más limpio, más bonito y hay más gente. Las otras partes están un poco más vacías, pero son súper bonitas. La experiencia es estupenda.
Si venís por Chipre, cruzad la frontera, porque es increíble la experiencia de cruzar nada más que un trozo de calle y estar en otro país. Realmente puedes ver que estás en otro país: cosas en otro idioma, otra moneda… La gente tiene una apariencia diferente. Es increíble, la verdad, y nos ha gustado mucho.
Pero bueno, sí que nos vamos a comer a la otra zona, porque es verdad que no sé si es porque ves más gente en la otra zona, pero te sientes mucho más cómodo. Ves muchos más turistas. Aquí, como está un poco más vacío, se siente raro. Entonces, vamos a ir a la otra zona.
-Champiñones, patatas… No sé qué es esto. Arroz, verduras, tomates, pimiento. Lo mismo, pero con pollo, ¿no? ¡Ah, no! Ensalada, patatas… ¿Esto es pollo? Y la salsa. Ah, mira, ¡te trae la salsa ya! Es lo mismo, ¿no?
– Sí, parece.
– Alba, ¿qué tal?
-Muy bueno, pero…¿Sabéis esa escena de Los Simpsons donde hay un concurso de comer un chuletón muy grande y Homer no puede comer más? Bart intenta ponerle el trozo en la boca y cae, y cae, y cae, porque no puede más. Pues esa soy yo ahora mismo. Pero no se deja la comida. No se tira.
Bueno, y con imágenes de los gatitos que hemos conocido en Chipre, os digo adiós, me despido. Cogimos el autobús de vuelta y terminamos de ver Nicosia.
Desde aquí, «disculpas» a todos los chipriotas, porque hemos descubierto recientemente que es Nicosia y no Nicosia, o sea que perdón por esto.
Y nada, si os ha gustado, dadle like, porque me ayuda mucho, y suscribíos, porque subiré más vídeos como este y en otros lugares del mundo.
Muchísimas gracias y muchísimos besos. ¡Hasta pronto!
Oh, Dios mío. No me esperaría eso en Turquía.